viernes, 27 de julio de 2012

Sintonía fina en Vélez / Mayra Mendoza y el “Loco” Romero de La Cámpora


“Le devolvimos a Cristina el amor de todos los días”

Mayra Mendoza es diputada nacional por Buenos Aires y Jorge “El loco” Romero responsable político en la provincia. Ambos militan en La Cámpora y en diálogo con Revista 2016, luego del acto en Vélez, reconocen a la juventud como el nuevo motor de cambio.  

Por Lautaro González

¿De qué manera analizan el acto en Vélez, qué significado tuvo?

M: Fue un desafío en todo sentido. Cristina planteó la sintonía fina y Vélez fue una demostración. Lo puedo separar en varios aspectos pero fue el momento de la sintonía fina también para la militancia, para todas las organizaciones del campo nacional y popular que de alguna manera se está reconstruyendo.
La sintonía fina llega también como lugar de gestión, para los empresarios, sindicatos y sindicalistas, y sintonía fina también para la militancia. El hecho de poder tener como concepto y como matriz de militancia lo que significa ser representativo y tener un trabajo territorial y ser nexo con todos los logros que se pudieron lograr a partir de la transformación del 2003 por supuesto y la sintonía fina también en entenderse como organizaciones hermanas.
Por eso la consigna Unidos y Organizados. Acá ya no vale la pena ni sirve después de un proceso histórico luchar contra muchas cosas que tenían que ver con la antipatria, que iban en contra de los intereses del pueblo. Todas esas batallas las encarnaron Néstor y Cristina, el pueblo y las organizaciones que acompañaron.

¿Unidos y organizados es una consigna superadora para esta etapa?

Todavía faltaba un grado de madurez. Cristina expresa Unidos y organizados en Vélez hacia adentro del kirchnerismo. Significa una vuelta de página en la historia de cómo nos organizamos. Fue una representación del trabajo diario de las organizaciones cotidianas, la organización del territorio y lo que significa la organización popular.
Vélez fue un claro ejemplo de este sustento social consiente de todos los derechos y todas las restituciones que le dimos a la vida de los argentinos. Eso se plasmó en lograr una convocatoria de casi 150 mil compañeros que sabían porqué iban a Vélez. Es de alguna manera devolverle a Cristina todo el amor que nos da todos los días. Pongo en términos de amor todo lo que significa conciencia y todo lo que pueda implicar la militancia.

Una multiplicidad de actores sociales junto a las organizaciones políticas estuvieron presentes en el acto, ¿ves esto como algo positivo o debe haber un esquema más cerrado donde dos o tres organizaciones capitalicen todo el proceso?
Siempre es bueno que se conforme una organización que ideológicamente defienda este modelo de país y reconozca todo lo que se hizo desde el 2003 y llegue a ser representativa en un territorio. Nunca una organización, dos o tres van a llegar, siempre va a ser necesario que haya muchos compañeros organizados. A veces una organización es representativa para cierto sector de la sociedad, cierto grupo de jóvenes o sector de trabajadores. Me parece que es importante que haya la cantidad de organizaciones que surjan y que puedan organizarse, siempre y cuando tengan la capacidad de poder alinearse a la palabra de Cristina. Ella como jefa, conductora o líder. Ahí está la vuelta de tuerca.

¿Cómo se da la continuidad del kirchnerismo en cuanto a la profundización del modelo?

El “Vamos por más”, expresa claramente el rumbo, las acciones y las políticas públicas que lleva adelante este gobierno. No es nada distinto a lo que venimos haciendo y es poder lograr lo que aún falta.
Cuando asumió Néstor el país tenía 54% de pobreza, hoy tenemos 7,3%. Eso es profundizar el modelo: que ese 7,3, no exista o exista en términos cada vez más bajos. Es volver a lograr y pensar una Argentina de pleno empleo, es pensar que la organización y la construcción política hoy son cuestiones que todavía faltan madurar. Como Evita decía y la historia lo demuestra: podés tener un gobierno como la primera y segunda presidencia de Perón pero la derecha, todo lo que sea antipueblo, siempre va a querer volver a entrar en escena y a tener el poder para esa minoría dominante.
Por eso los obstáculos y los palos en la rueda. Por eso tanta lucha dimos y vamos a seguir dando. Como decía Evita: “no hay fuerza capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de sus derechos”
Debemos lograr que la mayoría del pueblo argentino, más aún nuestros humildes y postergados que durante tantos años tuvieron acotadas sus oportunidades de proyectarse en la vida, puedan hacerlo en un país que les brinde oportunidades. Claramente YPF es un ejemplo de esto. Antes teníamos el recuerdo como recurso natural y era visto como un comodity. Era una Argentina que no necesitaba del petróleo, donde no había necesidad de incorporarlo como recurso estratégico, porque no era una Argentina de producción pujante para la industria.
En este sentido hay que tomar conciencia de nuestro trabajo como militantes y como responsables de organizaciones políticas. Debemos lograr que la mayoría de la gente sea consciente de qué logramos, cómo y para qué lo hicimos. Así la política será algo común entre la gente y no vuelva a ser mala palabra.

¿Es la juventud, como entidad de recambio generacional, un eje importante para llevar adelante este proyecto a buen puerto?

La juventud es importante porque tiene que ver con una matriz de pensamiento, de hacer política de manera distinta. Esto es lo que necesita Argentina: gente comprometida desde donde le toque para poder aportar y pensar en los 40 millones de argentinos y olvidarse de su interés particular. Es realmente una construcción colectiva pero en un país distinto. Siempre hablamos de “la responsabilidad militante”. Nosotros ponemos una categoría de la responsabilidad militante, es la responsabilidad de ser argentino.
De acuerdo a lo que dejó el acto en Vélez, ¿cuáles deben ser a tu criterio las tareas a llevar adelante por la militancia en la provincia de Buenos Aires?

Romero. El acto de Vélez fue un punto de inflexión en la etapa de la política. Ahora hay que profundizar lo que Néstor nos dio. Néstor y Cristina nos devolvieron la política pero por sobre todas las cosas puso a la militancia en un lugar donde antes no estaba o había perdido. Hoy la juventud es la que mejor interpreta este proyecto político o más madurez tiene en este momento. Lo que hay que hacer es profundizar lo que hizo Néstor y hoy continúa Cristina. Estar en la sintonía fina, casa por casa, donde están los problemas. En términos políticos, que se achique la brecha entre militantes y los que conducen los espacios de las organizaciones.
En la jornada solidaria por el temporal en Quilmes y en varios distritos afectados, pudimos palpar cómo cambió la política. Vimos a los que conducen el espacio, la organización, diputados y funcionarios trabajando codo a codo junto a los compañeros. Eso no solamente ayuda sino que motiva y deja en claro cuál es el rol de la militancia

¿Qué tareas concretas se hicieron?

Romero: Con el temporal se cayeron varios árboles y destrozaron muchas casas. Lo primero que hicimos fue correr esos árboles de la calle para que puedan laburar las cuadrillas de Edenor y Edesur tanto en el tránsito como en el desmalezamiento. Sacamos los troncos de las casas y toda la mugre que quedó. Además ayudamos en la reconstrucción de las viviendas, porque no solamente se destruyeron casas de bajos recursos, sino también en sectores medios como en Ituzaingo.

Hablábamos con Mayra acerca del rol social del militante, de cómo inculcar la necesidad de estar en el territorio y consolidar así el proyecto. ¿Lo ves de esta manera?

Romero: Vengo de una reunión con distintas organizaciones kirchneristas y hablábamos acerca de la responsabilidad que tiene cada organización del proyecto político en cada ámbito como los frentes estudiantiles, en el trabajo, la escuela, en el barrio, donde sea y predicar con el ejemplo. Desde el trabajo concreto en la acción. A veces queremos que la transformación sea mucho más rápida pero necesitamos involucrar todavía sectores que sostienen este proyecto político pero están inactivos. Nuestro rol es salir a buscar a la gente que todavía no participa en política. Ese es el desafío. Debemos dejar de hacer disputa hacia adentro y usar la política para llevarla donde todavía no llegó.

Más allá de las jornadas solidarias, ¿cómo se da esto en la provincia de Buenos Aires?

Se trabaja sobre lo positivo. Por ahí vemos intendentes, funcionarios que uno puede o no estar de acuerdo pero hoy hay madurez. Los compañeros son muy respetuosos de la voluntad popular. Apuntamos a ser mejores desde lo positivo. Hay una nueva etapa en la política para mejor y vamos a hacer todo lo posible para que estén los mejores cuadros conduciendo y gestionando para que se siga transformando la Argentina.
En términos de acción, los actores de la política entienden esa disputa que hay hacia adentro. Cuando Cristina habla de unidos y organizados tiene que ver con eso: hay millones de problemas y a ciertos sectores no les interesa el progreso de los argentinos. Si bien hoy recuperamos la política, queremos que también el vecino común sienta lo mismo.

¿Cuál sería la mejor metodología para la consolidación definitiva del modelo?.

Romero: Se están conformando mesas de trabajo pero por sobre todas las cosas los pibes nos dan cátedras de lo que es la madurez política. Cuando estuvo la Presidenta en Quilmes, se juntaron los pibes de todas las organizaciones. Se mezclaron, cantaban las mismas canciones. Si no partimos de esa base, de tener esas mínimas articulaciones, no podemos ir por el resto. Creo que los pibes nos están dando una cátedra de madurez y eso lo generó Néstor y Cristina.
Mayra: El primer puente, la responsabilidad mayor y el que dio mejor ejemplo fue Néstor. Luego de 9 años de este proyecto transformador, estos pibes cuando eran chicos vieron esta Argentina en crecimiento. Una Argentina que realmente venía a plantearse cambiar las cosas que le hacían mal a la vida de los argentinos y ellos fueron parte de eso. Entonces los pibes de hoy tienen ganas de ver una Argentina mejor.
La fragmentación es funcional a la derecha. No termina siendo de otra manera. Y los más jóvenes aún sin ningún complejo saltan la tranquera de cada organización para ser parte de un movimiento nacional y popular y así defender este modelo de país.

Género e igualdad

¿Cómo te sentís siendo diputada nacional y una de las referentes más importantes de La Cámpora en tu rol de conductora y mujer?

Siempre planteo que hablar de género, es hablar de igualdad. No hago una defensa en lo que significan las mujeres en la política. Por supuesto me da mucha felicidad que las compañeras de ahora puedan tener responsabilidades o lugares como el que circunstancialmente me tocó tener. Creo que la matriz de todo es asimilar el concepto de la responsabilidad militante, de ser parte de una construcción colectiva.
A mi me toca ser legisladora pero me parece que el valor real está en todas las compañeras. Porque para nosotros es muy importante la compañera responsable de una unidad básica, sociedad de fomento, centro cultural, o una compañera que está en la gestión. Siempre y cuando tenga arraigada la matriz de responsabilidad militante de ser parte de una construcción política. De esa manera empiezan a plantearse el lugar de la mujer dentro de la política.
No soy ajena a la realidad que mayoritariamente se instaló en los ´90, producto de que la mujer sea más una cosa que una representante de algún espacio político. Pero las mujeres y las madres siempre son las que en los momentos más complicados ponen el pecho, salen adelante y eso también tiene que darse en la construcción política. Las mujeres cuando laburan en el barrio lo hacen enserio. Generan un valor agregado desde la sensibilidad o de una cuestión más maternal, Que es eso que tiene Cristina. Néstor fue el padre de esta nueva Argentina y Cristina la madre de todos nosotros.
Por supuesto aparece esta concepción prejuiciosa de que una mujer no va a tener la capacidad de conducir al país. Para la organización hay muchas compañeras que son responsables de distritos y en una mesa de trabajo asumen la construcción y la responsabilidad en partes iguales.

La batalla cultural

¿La batalla cultural en la Argentina del Bicentenario es algo crucial que determina al proyecto?

R: Cada pueblo va eligiendo cómo vive. Todavía hay que mejorar mucho. El desafío es involucrar a los sectores que todavía no lo están desde la política. Por eso cuando Cristina plantea no tener mezquindades llama a que los sectores que están con este proyecto político se unan en función de mejorar la calidad de vida de los argentinos e incluirlos en este proyecto político. Este es el desafío más grande.
El quiebre fue “la 125” A partir de ahí el pueblo vio quién miente. Hoy hay mucho respeto hacia el otro, mucha solidaridad hacia el prójimo. Esa es la base de todo. Cristina es presidenta de 40 millones de argentinos e interpreta las inquietudes, la voluntad de todos. Hace política para todos los sectores. Quiere que le vaya bien a los empresarios pero no a costa que haya más pobres. Nuestra tarea es profundizar eso. Ella nos sigue dando cátedra todos los días: predicar con el amor y que se puede hacer política desde la buena leche. 


Publicado en Revista 2016 N 51
www.revista2016.com.ar

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